martes, 9 de febrero de 2010

CUANDO COMES BIEN , A VECES LO DEMAS NO IMPORTA.








RESTAURANTE - EL PISÓN- (Las campas, Oviedo)

Hay días en los que a uno se le apetece comer bién, asegurarse una comida que le haga sentir agusto, satisfecho, contento y además, que no te deje la cartera temblando y te haga arrepentirte durante toda la semana siguiente del gasto en cuestión. Pero claro ir a comer a casa de mamá... como que no es plán.
Me refiero que a veces no le das tanta importancia a ciertas cosas porque a lo que tu vas y lo que te vas a encontrar , ya lo sabes.
Cuando uno va al Pisón va a eso: a comer bién.Y eso se consigue ni más ni menos pidiendo el cachopo de la casa. El que escribe es consumidor habitual de este plato típicamente carbayón y lo ha degustado en numerosos restaurantes, sidrerías y demás casas del buen comer repartidas por diferentes concejos asturianos. Existe la creencia de que un cachopo para ser buen cachopo ha de ser grande. Es totalmente cierto.De nada sirve que esté muy bueno si luego te quedas con ganas de más. El cachopo. señores, ha de ser grande, tiene que estar relleno de buen jamón serrano y de buen queso ( la elección de este varía en función de la zona o de los gustos del consumidor), tener un empanado comestible lejos de esos "engrudos" que osan poner en algunos locales y, por supuesto, una buena carne de ternera asturiana.
Pues bien, todas estas premisas se dan en el restaurante que nos ocupa y , además, a precios populares al alcance de casi todos. Es cierto que el local no es el más acogedor ni el mejor decorado del mundo, ni su entorno es un paraje sin igual rodeado por un riachuelo de cristalinas aguas, ni tiene una estrella Michelin ( ni siquiera tiene una estrella Firestone ni ná), pero el personal te atiende con bastante mas amabilidad que en algunos de esos restaurantes de los considerados "guais" , no te meten un clavel de aquí te espero (todo lo contrario) y con la ventaja añadida de tener donde aparcar sin ningún problema.
El resto de la carta es bastante variada y los precios sigue un patrón similar en todas las secciones de la misma. De la calidad de estos otros productos ofrecidos por este restaurante no puedo comentar casi nada porque yo al Pisón voy a eso , a comer bién, a comer cachopo.
Después de muchos años de andaduras cachopistas o cachoperas no tengo la mas mínima duda de que este es el mejor sitio en muchos kilómetros a la redonda para degustar este plato que popularizó en su día el Restaurante Pelayo de Oviedo.